TECNOLOGÍA Y DESHUMANIZACIÓN
- Gudiel Urrestarazu
- 17 dic 2022
- 2 Min. de lectura
Siglo XXI, la era digital, el punto de inflexión más grande en la historia de la humanidad. Es bien sabido por todos que la tecnología ocupa la gran mayoría de nuestro tiempo hoy por hoy, pero ¿realmente nos damos cuenta de todo lo que eso conlleva?

Desde sus inicios, el ser humano se ha comunicado mediante diferentes métodos, tales como; palomas mensajeras, señales de humo o incluso una práctica casi perdida hoy en día, hablar cara a cara. Internet ha hecho mucho daño en la sociedad contemporánea, la gente apenas se atreve a ojear un libro o a dejar a un lado las redes sociales por más de 2 horas.
Malgastamos nuestro tiempo mirando pantallas y utilizando las insípidas redes sociales en vez de cultivarnos con un buen libro de Zafón o un interesantísimo reportaje sobre la extinción del lince ibérico. ¿Dónde han quedado aquellas tardes de lectura? ¿Qué ha sido de aquellas reuniones sin pantallas de por medio en las que se jugaba a cartas o simplemente se charlaba durante horas sin la necesidad de atender al móvil cada pocos minutos?
La digitalización nos está consumiendo, somos esclavos de nuestros móviles, de nuestras ganas de subir fotos ridículas a internet o incluso de mantener conversaciones vía “Whatsapp”. Y es insultante ver que nadie hace nada. ¿Realmente a nadie le importa todo esto?
La tecnologización y la digitalización de la mayoría de los aspectos de nuestra vida es inminente por no decir que está en proceso de convertirse en cotidianidad. Pero es triste. Es realmente triste ver como apenas se intentan preservar actividades sin teléfonos móviles. Es triste ver los parques vacíos un viernes por la tarde para encontrarte los streamings de cualquier influencer llenos con cientos de miles de visitas.
Leer en papel, escribir a lápiz o hablarle a alguien a los ojos, maravillosas y necesarias prácticas que lamentablemente se van perdiendo poco a poco. Las apariencias importan más hoy en día que la deshumanización que estamos sufriendo y que seguiremos padeciendo hasta el mismo día de nuestra extinción. “Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse” - José Ortega y Gasset.
Comments